10 preguntas a un viajero
No puedo considerarme mochilera porque eso exige una energía y una ausencia de comodidad que yo ya no tengo, y siempre me reprocharé no haber salido en un momento más temprano de mi vida a recorrer lugares sin temor a la comodidad, sin miedo de dónde dormir o con la capacidad de no comer por muchas horas. Ahora, con más de 30 años, 8 años de oficinas, un montón de miedos que se ganan con los años y una cantidades de comodidades que me vendió la mejora de la "calidad de vida" que da un aumento, las cosas cambian.
El tiempo apremia un poco porque hay algunos lugares muy caros (en especial en la estadía) y no voy trabajando como "voluntaria", debido a mi trabajo necesito llegar a un lugar (muchas veces con algo de planeación) y asegurar una conexión a Internet decente, no llevo carpa (porque ya tengo la mochila llena de muchas otras cosas menos necesarias pero cómodas... a la misma no la descarto, pero este viaje en particular no trae carpa) y la gastritis y la hipoglicemia me cobran factura cuando no como con regularidad (y de alguna manera también me limitan la dieta... por no decir que soy bastante exigente y cansona con la comida).
Alguna vez escuché de un tipo de viajeros que ya pasaron los 30 y salen de su casa después de experimentar un cierto tipo de comodidad, y a estos les llaman fastpackers... ni muy muy ni tan tan, así voy yo, con el presupuesto limitado, pero con exigencias.
Y ahora, después de hacer una muy larga exposición de las condiciones en las que viajo, permítanme responder a las preguntas que me hacen muy a menudo:
1. ¿Dónde lavan la ropa?
Bueno, eso depende mucho del lugar. En Airbnb es posible encontrar lugares que incluyan lavadora, en algunos sitios cobran, en otros está incluido. Sucede lo mismo con los hostales y hoteles. Si el lugar donde se hospedan no lo incluye, en la mayoría de ciudades (sobre todo en las que hay mucho turismo), es posible encontrar lavanderías que ofrezcan el servicio por peso o algunas de autolavado. También es una buena opción pedirle el favor a algunos amigos cuando uno se queda con ellos.
2. ¿Dónde duermen?
Si es una ciudad o pueblo pequeño, nos gusta llegar al sitio y recorrer opciones de hostales que ya hayamos consultado en Internet y otros que se encuentran en la zona central, donde haya más sitios para conocer. Si es una ciudad grande es preferible llegar con una reserva (yo prefiero hacerlo por Airbnb, aunque a veces resulta ser una desilusión la mayoría del tiempo resulta más económico y mejor situado, además de más bonito). El mejor de los sitios dónde quedarse es el lugar donde te reciban amigos (es una aproximación al hogar y hay oportunidad de conocer más a los amigos, además de intercambiar experiencias). Hemos dormido en una gran cantidad de lugares, algunos muy buenos y otros muy malos, pero ha sido una experiencia interesante. Hemos pasado de dormir con vista al mar, en un hotel de sal, en un hospedaje parecido a la vecindad del chavo y en hoteles de excelente atención. Por cuestión de comodidad prefiero los lugares donde no se comparta habitación y baño (en lo posible).
3. ¿Cuál es el sitio favorito?
No sé cuántas veces durante el viaje dije: este es lugar más maravilloso que he visto. Y es que cada lugar tiene su mística, su encanto, su personalidad. Es increíble lo mucho que se aprende viajando, cómo cambia la forma de ser de la gente, la vegetación, los atardeceres, las estrellas, la música, los paisajes.
Muchos lugares me arrancaron lágrimas de emoción, como la casa de Vargas Llosa o el Museo de Isla Negra de Neruda, otros como la laguna 69 o Chan Chan me arrancaron el aliento, me sentí muy conectada con la tierra en Machu Picchu y la Isla del Sol, las ciudades como Valparaíso y Buenos Aires me sorprendieron, y me sentí en casa en Santiago y en Huanchaco, y la lista podría continuar infinitamente, así que no puedo responder esta pregunta con mucha claridad
La respuesta corta puede ser obvia: trabajar y ahorrar. Suena fácil pero no lo es en la práctica, ¿verdad? Bueno, ahí voy con mi explicación. Mi compañero ahorró por más de 6 meses para embarcarse en la aventura, yo cuento con la ventaja de tener un trabajo que me permite trabajar donde tenga Internet, pero cabe recalcar que en viajes anteriores he cubierto los gastos con ahorros. Y la clave del éxito (en mi particular caso) se basa en las prioridades.
Una vez me dijeron que hay 3 cosas que definen a una persona: en qué gasta su tiempo, su esfuerzo y su dinero.
En una época donde te dicen que viajar es la prioridad, que es vivir, yo digo que cada uno tiene sus metas personales, y difieren. Todos tenemos inconvenientes en el camino que hemos escogido, en esto recalco que viajar e ir de vacaciones no es lo mismo. Viajar habla de una forma de vida, y por lo tanto tiene complicaciones como cualquier otra decisión.
Cuando digo que es una forma de vida, también pienso que es donde se gasta el tiempo, el esfuerzo y el dinero. Como conozco mucha gente que decidió hacer del estudio su meta de vida y trabajan para seguir estudiando, conozco a otros que tienen como pasión ser padres, otros comer, otros inclusive pasarla de fiesta, cada uno tiene su decisión de vida y sus prioridades de gasto.
Entonces, cuando preparo un viaje me abstengo de cosas que pueden ser cómodas pero no son mi prioridad. La ropa nueva, las salidas a lugares costosos (no digo que no lo haga pero lo limito), la compra de cosas innecesarias, las salidas. Y ¿es esto un sacrificio? Yo diría que no, porque a la hora de viajar veo los frutos.
Ahora, mi método de viaje (uno muy personal), es maximizar la experiencia y los lugares que visito, por lo mismo mis prioridades cambian, me quedo en lugares menos cómodos que me ayudarán a dirigir mi presupuesto a otro lugar más y esto me exige tiempo, porque debo recorrer y encontrar un mejor sitio; busco sitios más económicos para comer y los sitios caros los reservo para ocasiones especiales... buscamos mucho lugares donde haya cocina y a veces se come mucho mejor, además de que ayuda mucho con la salud; no compro recuerdos, aunque debo confesar que a veces me arrepiento (pero también es una decisión de equipaje).
5. ¿Qué llevas en la mochila?
Más de lo necesario, diría yo.
- La ropa que me permita viajar por 10 días sin tener que lavar. Esto tiene otras exigencias porque la maleta es mucho más pesada, entonces al ir a buscar hostel, uno de los dos se queda cuidando las cosas y el otro busca, y en el siguiente destino se cambian los papeles. O también dejamos las maletas en algún sitio en que nos la puedan cuidar.
Conocimos gente viajando solo con la muda que llevaban puesta y una más en la maleta. A mí me preocupa oler bien así que no es opción, pero depende de cada cuál. - Los objetos de aseo, que a medida de que pasa el tiempo se van volviendo menos, uno empieza deshacerse de peso, y aprendiendo qué es fundamental y qué no.
- 4 libros, sí, demasiados, pero ni modos. Algunos los iba cambiando por el camino para tener lecturas nuevas sin nuevo peso.
- Libretas para escribir y de trabajo.
- La menor cantidad posible de objetos de valor, uno nunca sabe lo que puede suceder, y gracias al cielo nunca me ha pasado nada malo, y lo único que nos robaron en el camino fue mercado.
- Algunas cosas de comer básicas para usarlas en los lugares a donde llegábamos a cocinar (aceite, sal, azúcar, arroz, etc).... y unas cuantas no tan básicas (estragón, pimienta, mermelada, etc)
- Un pequeño equipo para emergencias, como linterna, una cuerda, navaja, alcohol, velas, etc.
- Mi Ukelele, el Yodita y la cámara.
Esta vez no viajé sola, pero es una pregunta muy común. Me parece que todo en la vida tiene riesgo, hasta quedarse en casa. Siempre hay que ser precavido, no ser tan confiado, pero tampoco irse al otro extremo. Dentro de las cosas buenas que trae viajar es conocer a mucha gente nueva de todo el mundo, por lo que no hay que negarse la oportunidad, siempre con prudencia, y bueno, eso se acomoda según la persona lo crea.
En el camino cada vez se ve más gente viajando sola, en especial mujeres (curiosamente pocos hombres viajan solos). Y muy pocas de ellas me han dicho que de verdad se han sentido inseguras en el viaje.
La tecnología aporta un montón y permite prepararse bastante bien. Las guías de viaje actualizadas también son una gran ayuda. Los blogs de viajeros (que ahora hay un montón) son una guía muy buena. En el camino también se va encontrando gente que ya pasó por el lugar a donde uno va y la experiencia de ellos aporta mucho.
Google maps en un excelente guía, en muchos lugares como en Chile es posible incluso ubicar los buses y sus horarios. También es bueno tener preparada una idea de cómo funcionan los sistemas de transporte en cada ciudad para evitar los taxis en los posible (a mí no me gustan para nada y en toda Latinoamérica se me hacen muy parecidos, aprovechados, un poco agresivos, a veces deshonestos... ojo, no generalizo, pero infortunadamente en cada país tuve al menos una experiencia mala con uno de ellos... usualmente la primera fue una de ellas).
8. ¿Cómo se comunican con la familia y los amigos?
Compré una SIM en Colombia (si llegan a necesitarle me avisan y los pongo en contacto con alguien directamente), que me permite chatear en cualquier lugar del mundo comprando la SIM y pagando los derechos por año. No permite enviar imágenes, ni abrir aplicaciones o notas de voz (a menos de que se compre crédito adicional), pero resulta excelente para mantenerse comunicado.
La SIM ha funcionado muy bien, excepto en algunos lugares de Bolivia (de Cochabamba hacia el sur dejó de funcionar), y en algunos lugares no es tan efectiva, pero en general ha sido un muy buen negocio.
9. ¿Los sitios son tan bonitos como en las fotos?
Y mejor, diría yo, pero la experiencia de cada uno es particular, y eso es lo que la hace única. A algunos sitios llegué ilusionada por lo que había visto, y resultó que ese día llovió y todo estuvo encharcado, que se nubló en la laguna, que no llovió en Uyuni y no se vieron los reflejos en el piso, pero todos esos "inconvenientes" lo único que hacen es que el viaje sea único, que hayan historias para contar, porque sí, las fotos son asombrosas, pero sobre todo son importantes porque son las testigos que nos recuerdan las aventuras que vivimos, los olores que percibimos, la gente que conocimos, las sonrisas que compartimos.
Bueno, gracias al cielo no nos ha pasado nada qué lamentar. Es conveniente salir con un seguro básico por si acaso (la mayoría de gente no lo hace, pero depende de cada cual). Las tarjetas de crédito ofrecen uno que se puede ir renovando. Por otro lado, es mejor tener unos ahorros destinados para cualquier eventualidad, no simplemente en caso de enfermedad.
En general en la mayoría de lugares es posible encontrar atención médica buena, así que no hay que preocuparse. Es normal también sufrir un poco del estómago al cambiar de país y ciudad, pero creo que se va volviendo fuerte el sistema (si mi hermana lee esto me va a regañar, pero bueno...).
Una buena actitud y no ser tan confiado ayuda (esto habla de no meterse en situaciones muy peligrosas jejeje).
No se les olvide dar Like en la página de Facebook y muchas gracias por leer.
Licita, felicitaciones eres muy valiente,leyendo tus respuesta a las 10 preguntas, escribes hermoso, genial,sigue con toda tu energía positiva que te brinda el Universo, éxitos. Un abrazo gigante.
ResponderEliminarMientras leia tus lindas experiencias de tu viaje, te recordaba como la chiquilla traviesa e inteligente de vaciones en nuestro bello Piedecuesta.