Novedades

[Favoritos][slideshow]

Colombia

[Colombia][slideshow]

Hawaii

[Hawaii][slideshow]

Sudamérica

[Ecuador][grids] [Colombia][grids]

La capacidad de sorpresa

Me dijeron que había perdido mi capacidad de asombro. Es una sentencia fuerte para alguien que exhibe su creatividad como una ventaja. Tal vez fue cierto, y tal vez por eso este ha sido uno de los viajes menos planeados. No tenía ni idea de lo que haría y me negué a hacer planes de cronograma (como usualmente hago), me dejé sorprender y me lancé a la sensación maravillosa de despertarme cada mañana con la certeza de lo desconocido. Ahora me sorprendo demasiado, tendrían que ver la cara que pongo cada vez que me cuentan algo de la isla, de las tradiciones, de las palabras, cada vez que pruebo algo nuevo, o veo un animal que antes solo había visto en televisión. Los "locales" me dirigen esa mirada que habla solita "cálmate, montañera", porque sí les dejo claro que de una montaña vengo.

¿Por qué Hawaii? Es la pregunta que más me han hecho, y mi respuesta sigue siendo la misma ¿Por qué no? Bueno, ahora tengo muchas más razones. El adjetivo de paraíso se lo gana con creces.

Estan do a punto de cumplir dos meses acá, quiero compartir mis experiencias para que les sirvan a futuros viajeros, y para los que no lo sean, me encantaría que pudieran viajar conmigo, y si lo logro por bien servida me doy. ¿Descubren la isla conmigo? Espero que además de las letras, las fotografías cuenten más de lo que yo puedo contar.

Empecemos por el comienzo, por los preparativos, el descubrimiento de que no tenía ropa para clima cálido (aún no tengo mucha, el rolo no se me quita fácil). Y cuando no podía estar más ansiosa y lista para partir a eso de las 11 de la noche al aeropuerto, me avisan que el vuelo se canceló. Me asignaron un vuelo nuevo y me obligaron a reprogramar las escalas. A las 4 de la mañana me vuelven a despertar para avisarme que de nuevo se canceló el vuelo, y bueno, tengo que reprogramar de nuevo. ¡Gracias United Airlines!

Doce horas después estaría tomando el avión, y los hastapronto chiquitos son los más bonitos y difíciles. Así sea por un corto tiempo, despedirse de la familia siempre me va a dar duro, lloro mucho (tengo muchos sentimientos, como diría una amiga por ahí). Hawaii me ayudó a entender por qué. Como todo el mundo sabe, en Hawaii se saluda con Aloha. La misma palabra sirve para despedirse, y también significa amor. Bueno, esta es la razón por la que lloro, porque toda bienvenida y toda despedida que valga la pena, o entrega el corazón o lo deja.



Entré con el tiempo exacto, e intenté dormir algo en esa primera escala con destino en Houston. Pero no es posible dormir cuando el sol hace espectáculos sobre las nubes. Yo sigo con la misma sensación de maravilla al subirme a un avión. ¡Estoy volando! La tierra está bajo mis pies, muuuuuy abajo de mis pies. Y si existo para presenciar al sol brillando y reflejándose sobre la superficie de la tierra, he vivido lo suficiente para ver un milagro. Al parecer mi capacidad de asombro se despertó y me movió el corazón.

A Houston,la ciudad que desde le cielo parece un circuito electrónico, llegué con el tiempo preciso para los trámites de costumbre, la inmigración, que por qué tanto tiempo en Hawaii,que a qué se dedica, ¡Yo también me voy a graduar de ingeniero!, siguiente, y Liza corre, sus maletas salen de últimas, (gracias universo de las posibilidades), entrega maletas y entra al avión dos minutos antes de que cierren las puertas. ¡Qué afortunada!, pensé. Y me dirigí a mi silla, para encontrarla ocupada. Una mujer de treinta y tantos me explicaba furiosa que la aerolínea no la había ubicado al lado de su hija de siete años, y yo intentaba decirle que estaba bien, que yo podía cambiar de asiento sin problemas, pero el enojo no le permitía escuchar mi inglés tímido y hambriento, porque, obviamente no había tenido tiempo de comer nada en la breve estancia en el aeropuerto. 



 La azafata que estaba lidiando el enojo de la mujer escuchó mi ofrecimiento y me dio las gracias ubicándome casi que en la cola del avión. "Ya qué", me dije y me reí, "será leer y distraer el hambre". Y estaba dispuesta, porque me indigna comprar comida en el avión, mala, cara... bueno, y lo otro es que no la podía pagar en efectivo, y no tenía la tarjeta conmigo. Una resolución difícil de sostener con la china que me sentó al lado muy preparada para el viaje de cinco horas (tenía comida de toda clase y yo miraba el único chicle que me quedaba). La azafata se acercó para hablarme con la voz del karma. "¿Qué va a comer?", nada, le digo yo. "Lo que quiera por habernos ayudado", en ese caso no sé, le dije, "Las tapas son lo mejor", y bueno, el Karma entonces me supo a galletas, tapitas, queso, garbanzo,chocolates, almendras... el karma consoló a mi barriga. Después de eso ya tuve ánimo para conversar con la vecina del lado (que no me ha contactado en FB como dijo) e insistió en que yo debía tener en mi sangre una mezcla de Japón y Europa.

En Houston cerraron las puertas detrás de mí, pero el avión no despegó sino hasta una hora más tarde por tráfico en el aeropuerto. Trancón de aviones. Eso ya significaba que me dejaría el avión. "Ya qué".
En San Francisco de nuevo hubo tráfico, así que terminé llegando después de dos horas y con la certeza del vuelo perdido me fui a buscar a servicio al cliente. Y ya se imaginarán la historia. Tranquila que la ponemos en el siguiente vuelo mañana a las 9 de la mañana, o si quiere la mandamos a Los Ángeles y allá sale a las 9 de la mañana. ¿Hotel?, United no lo paga porque no fue su culpa, ni eso, ni su comida, le damos un Kit de noche y esperamos que pueda pasarla bien. Usé todas mis técnicas, desde la de la niña perdida hasta la de la bestia furiosa que no va a volver a comprar con ellos (como si les importara a los de servicioalcliente), dejé de desgastarme y destapé mi "obsequio". Mejor no me hubieran dado nada. Jejejeje.


Bueno, pensarán que estaba triste o aburrida, pero no. Era la primera vez en mi vida que iba a pasar 14 horas en un aeropuerto. Y aunque es cierto que no es la experiencia más cómoda, es de las cosas que no me moriré sin hacer. No estuve sola, mi familia y mis amigos me acompañaron por turnos, también lo hizo Tomás González y ¡de qué manera!
Además de los anteriores, la cantidad de gente que también estaba en alguna situación similar, y cuando vi a un hombre con un montón de tiquetes en la mano, supe que no estaba en una situación tan mala. Siempre hay alguien peor que tú y el hombre se veía orgulloso de su "infortunio".
También me acompañó el invierno en San Francisco que se logró meter al aeropuerto. ¡Qué afortunada sería si tuviera una cobija azul como la de aquel hombre!, me dije a eso de las 3 y tiritando de frío, O como la que tiene esa señora, o ese... ¡ve, qué cantidad de cobijas azules!, entonces, mi cerebro cansado después de no sé cuantas horas sin dormir decentemente me dijo, "Liza, creo que esas son de la aerolínea y a ti no te dieron nada por adoptar la figura de novuelvoaviajarconsuaerolínea". Entonces me fui a servicio a cliente a exigir, o mejor, a solicitar amablemente una cobijita antes de convertirme en paleta. Nadie estaba ahí, pero habían dejado caer una cerca al mostrador, y bueno, tengo cobijita azul ahora.
El amanecer me alegró, ya iba para ¡Kona! ¡por fin! ¡y en la ventana!
Unas horas más tarde estaba viendo un mar que prometía colores, contrastes, belleza. Y bueno, la recepción no pudo ser mejor. Uno de mis anfitriones me brindó un lei (collar) de flores naturales de olor fantástico. Un viaje de 37 horas había terminado con las mejores aventuras dentro del bolsillo... los recuerdos que son tesoros que no se pierden (a menos de que uno desarrolle una enfermedad que le haga olvidar... o que le dé amnesia, o que con la edad no guarde tanta información, etc.)
Bueno, de nuevo gracias a United mis maletas llegaron en la noche anterior (lo que significa que el vuelo se retrasó, me pudieron haber subido pero no lo hicieron), y además rompieron el candado integrado de una maleta (preciso la que no es mía), por razones de seguridad, decía la nota. Seguramente en los rayos x, y, w, los todo ricos se veían muy inflados, o qué sé yo.

15 comentarios:

  1. Y la foto de la cobijita azul donde esta??

    ResponderEliminar
  2. Está genial, graciasLiz,mientras lo0s niños sean peques esta será mi manera de viajar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! En ese caso, espero de todo corazón que sea un muy buen viaje.

      Eliminar
  3. Las fotos cuentan lo que se pudo escapar en los párrafos y los párrafos dejan ver las fotos que hicieron falta. Sigue contándonos de esta historia. Te queremos mucho... Aloha

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por seguir la historia, la próxima semana continúa :)

      Eliminar
  4. Está super Liz, simplemente me encanto. Lo leí mas de dos veces =D.

    ResponderEliminar
  5. Esta genial prima!!!! Sonrei mas de una vez, ahaha pobre tu, pero se que lo disfrutaste

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo disfruté un montón, de una cierta manera. Me alegra causarte sonrisas

      Eliminar
  6. Liza muy bonito, especialmente lo del amor, las lagrimas, y las despedidas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este idioma es una maravilla. Me alegra poder compartir un poco.

      Eliminar
  7. Liza . Aloha. me encantaron tus líneas. Lo vivido siempre será maravilloso.
    Eloina Plazas

    ResponderEliminar
  8. Bueno, yo he tenido mis propios problemas con United así que los tengo en mi lista de "Última opción" pero igualmente me han llevado a trancas a vivir mis sueños. Te felicito!!! :-)

    ResponderEliminar

Reflexiones

Japón

health